Tumise Buruchu / Lucia Pitters

Ainara Oleaga a.k.a. Tumise Buruchu / Foto: Lucía Pitters

Joven que de dentro a fuera, y en sentido inverso, se ha hecho a sí misma. Sienta magisterio al comunicar, siendo a la par el verbo y la escucha activa habilidades sociales que se contemplan con gozo. Tiene al fuego varios calderos, más no quita que sus manjares culturales salgan a su debido tiempo. Su devenir académico la incita a ahondar, al comienzo del diálogo, sobre algo que se denomina «1ºB». Un vestigio, a modo de viñeta, que ella colgó en sus redes sociales impulsan a arrancar el porqué. «1ºB es un comic en proceso, en colaboración con el ilustrador Renzo Ferrer, bastante conocido en Canarias. Está en su principio, es el piso donde vivía mi abuela, es una salida para dar comienzo a un proceso colaborativo en esta rama plástica que me gusta, la ilustración. Es una herramienta muy atractiva para contar lo que con palabras no se podría llegar, fija el detalle, el momento. Por ahí va este proyecto». Y prosigue. «Ya está el primer capítulo», que no es poco. ¿Maneras de que vea la luz? «Podría salir online, por la interactuación que habría, pero no me cierro a otras opciones. Va más para compartir, ya he tenido opiniones, que para fijar la obra en sí. Todo lo que hago suelo compartirlo, no soy de reservarme cosas para mí. Hay texto mío, pero lo que tiene fuerza es la imagen, ahí está lo que expreso, ya que he guionizado la historia. La niña interpreta a su manera el Alzheimer». Este trabajo es emotivo y personal, ya que, sin eludir su carga intimista, va dedicado a su abuela, que no hace mucho partió a otros universos. El ejemplo gráfico que cubre este emprendedor comic tiene todas esas lecturas por las que apuesta Ainara, esto es, coeducar y hacer ver a los niños y niñas que pueden madurar a pasos cualitativos, sin miedos, sin mentiras edulcoradas, o excesos en paternalismos o maternalismos con aroma tóxico. Ella reivindica el saber negociar temas, aún siendo aparentemente tabú, como comprender que la cultura que rodea temas como la muerte no son, ni deberían ser, traumáticos. Es tránsito. En estas derivas, alternativas y fortalecedoras, centra «1ºB».

1ob-renzo-ferrer-y-tumise-buruchu«El fin del mundo está en tu cabeza» es otra aventura con peso y enjundia. «Es algo ya más novelado, con relatos un poco más largos y participó Lucía Pitters, reconocida fotógrafa» Dando algunas pistas, no repara en ir al epicentro. ¿Qué asoma en este título? «Va sobre los cuatro jinetes del apocalipsis mental: mi abuela, mi padre, mi infancia, y la muerte de la infancia» ¿Y qué más cosas nos cuenta mientras echa a andar la grabadora? Un esbozo: creatividad en lo literario, fagocita cine, acérrima espectadora, hace crítica sobre el séptimo arte en publicaciones culturales (también le gustaría hacerla sobre libros, sobre narrativa, lo confiesa), o en sus redes sociales, hubo pequeños pasitos en un videoclip musical donde se dejó ver y, como leí también del crítico literario y escritor Daniel Bernal Suárez: «frecuenta la mención a la infancia, a los niños» o aborda, con ánimo empoderador, «conflictos implícitos en las relaciones con los otros» y no hay que dejar de lado, según la percepción de él, la herida, porque «la convierte en una forma de pensamiento», y su «óptica incorformista y subversiva» la mantiene viva, amén de esa «deriva expresionista» de la que el joven escritor y crítico literario acierta de pleno.

nevus-de-otaY es aquí cuando me detengo en «Nevus de Ota», publicado el pasado mes de septiembre en papel, con la Caserón de La Infamia, Colección de Poesía, Algani Editorial. Según su carta de presentación: «Nace con el propósito de reunir y publicar poéticas dispares, desconcertantes, desconocidas» ¿Su descubridor? «Me ayudó mucho Miguel Ángel Galindo» Son treinta poemas con ritmo y con reacciones múltiples que sentirán los lectores. ¿Indiferencia ante ellos? Nula, por fortuna. «A veces me asombro de lo que me sale. Infancia, padres…La infancia guarda mucha similitud con la muerte, ya que es un momento al que no voy a volver y no la recuerdo con nitidez. La considero, para mí, una pequeña muerte. No puedo volver, y si volviera, no sabría qué sacar, por los vagos recuerdos, hubo poco registro visual en mi niñez». ¿Método de trabajo? «Voy rápido, hablo de lo que conozco y de lo que vivo, o que pienso o siento, establezco crítica a personas que adoptan la postura de coleccionista, exploro sobre la sobreprotección hacia nosotros mismos, el no involucrarnos emocionalmente». ¿Qué pistas puede haber sobre tu formación superior en temas relacionados con la docencia en el área de primaria? «Los niños están preparados hasta para ideas que a nosotros, adultos, tememos». ¿Y eso? «Porque pueden comprender la muerte, la sexualidad. Es adaptar el discurso, las palabras, pero el niño puede estar presente en alguna toma de decisiones. Hay padres que negocian, incluso han pedido perdón a sus hijos. Existen alternativas, y demostradas en estudios». ¿Y si hay imposición hay aberración en los pibes? «Adáptate, adáptalo, no lo prives. Cuida, en lo afectivo sexual, en respetar a personas de otros lugares». «Algo que escribí en redes no hace mucho fue que nos da asco el semen, los mocos, porque es tabú social».

Ainara, a sus ventipocos años asegura tácitamente lo siguiente: «no idolatro a nadie, ni entiendo el fanatismo, ni me encauza la fe ciega. Critico las frases manidas, no hacen bien en general. Odio las píldoras edulcoradas literarias». Ya se sabe, no hay un manual para vivir con imperativos, eso harta. «Las opiniones cambian, las personas también. Tuve una crisis de identidad, existencial, hasta los dieciséis años. La superé». Esta confesión, autorizada, permite que se re-conozca y no sienta indicios de perderse, al completo.

Se preguntarán, quizás, lectores y lectoras, qué es eso de «Nevus de Ota». Fácil, búsquenlo en internet o, si contactan con ella, sin compromiso alguno, les responderá con todo lujo de detalles.

* Texto: © Aarón Moreno Borges
* Material fotográfico: © Renzo Ferrer, © Lucía Pitters, © Virginia Rota (Virginia ROTA), © Caserón de La Infamia, Colección de Poesía / Algani Editorial y © Tumise Buruchu