Avelino Quintero: “El punk y el zen no lo entiende todo el mundo”

Foto de Avelino Quintero con el maestro zen Thich Nhat Hanh

Avelino Quintero (Gran Canaria, 1967) fue uno de los ‘chicos malos’ del rock canario. Líder del emblemático grupo underground Redkan, cuyo éxito traspasó fronteras, descubrió el Zen y se transformó profundamente. Decidió cambiar la oscuridad por la luz y su camino ahora convive con dos pasiones; la música y su necesidad vital de compartir su conocimiento para que sirva de ayuda y crecimiento a los demás.

El cambio se produjo tras vivencias muy intensas que lo llevaron a investigar, experimentar terapias alternativas y prácticas orientales, convirtiéndose en monitor de relajación y desarrollo personal, Chi kung (Qi gong), meditación zen y terapeuta Reiki. Esta experiencia se plasma en su primer libro en formato e-book: ‘Remedios alternativos para aliviar el estrés y la ansiedad-I’ y la puesta en marcha en 2012 de la terapia energética Zaokin. Ahora la editorial Alhulia publica a nivel nacional su libro ’Historias de un novato zen’ en formato bilingüe español-inglés. Avelino es, además, coordinador del grupo del maestro zen Thich Nhat Hanh en Canarias.

– ¿Cómo inició su formación?

«La vida y el sufrimiento me han formado, padecí ataques de pánico durante años y probé terapias alternativas sin descartar la medicina alopática. Actualmente disfruto de serenidad con mis pequeñas crisis».

– Claves del éxito. ¿Le debe a alguien o algo lo que es hoy?

«Que actualmente me hayan publicado el libro a nivel nacional es ya un éxito, la clave ha sido un trabajo constante motivado en gran parte por el deseo de ofrecer herramientas para mejorarse. Lo que soy se lo debo a mi familia, amigos y repito que al sufrimiento, que según el Buda histórico, es el abono para la felicidad».

– ¿Qué destaca de su producción?

«En 1994 formé Redkan con el que participamos en 5 cds recopilatorios de grupos canariosy alcanzando el nº1 en listas australianas de mp3 con Year 2000 y el 5 con Zira. He compuesto dos bandas sonoras para cortos canarios. Mi primer libro fue el ebook “Remedios alternativos para aliviar el estrés y la ansiedad” disponible en la red».

– Su nuevo libro se llama ‘Historias de un novato Zen’…

«La editorial Alhulia me ha publicado a nivel nacional “Historias de un novato zen” (bilingüe español-inglés). El libro tiene varios bloques pero en general es una exposición concreta, breve y divertida de herramientas de crecimiento personal y ejercicios sencillos. La simpleza del libro es una estrategia para que la parte disfuncional y negativa de la mente no lo tome como una amenaza y así las sugerencias se pueden ‘colar’ en el subconsciente para favorecer cambios».

– ¿Y en que anda metido ahora?

«Anotando ideas para un nuevo libro y preparando la próxima maqueta de Redkan en la que las letras serán en castellano sobre el vivir y conocimiento zen. Creo que ya se ha terminado la oscuridad y lo conocido, hay que pasar a lo siguiente, es fácil ver donde nos ha llevado lo conocido,’ser malo ya no mola'».

– ¿Qué función creativa le tira más; la literaria, la musical, alguna otra?

«Ambas me atraen mucho, la musical es visceral y emocional, la literaria es más “espiritual” aunque esa palabra me da escalofríos…»

– Salir adelante con la música es complicado y con la literatura también… Usted que hace las dos cosas… ¿Qué sector es el más complicado para introducirse?

«Supongo que en la literatura porque requiere más esfuerzo por parte del público y mayor riesgo editorial. La música es breve, está más disponible y no hay que entenderla demasiado».

– Música underground y Zen… ¿Se llevan bien?

«Genial. El despertar es la transformación del malestar y del punk surgieron los grupos con propuestas más interesantes. La cuestión es no quedar atrapado en el malestar ni en el caos, de otro modo ni el punk ni el zen tendrían sentido, serían como cualquier momia. Un monje zen que fue punk siempre dice “El punk y el zen no lo entiende todo el mundo”»

-¿Cómo le afectan los recortes?

«Sobre todo a nivel emocional, me duele ver a personas como enfermos y ancianos con menos atenciones. Gracias al personal sanitario y trabajadores sociales la situación no es peor, esto no me lo ha contado nadie, lo he visto en el voluntariado».

– ¿Y la situación actual?

«Creo necesaria una revolución personal. Tod@s somos responsables en algún grado. Si no, que cualquiera analice su situación familiar. En el zen decimos “esto es así porque aquello es así”, algunos que se quejan pero luego putean a sus vecinos. Ha quedado demostrado que este sistema no funciona, recuerdo a un dirigente de izquierdas comentar desde su casa “la derecha no quiere ver el origen de la injusticia social” (detrás suyo tenía una jaula con pájaros). Algunos sindicatos se han prostituido, la derecha campa con desfachatez y crueldad insultantes. Son los dos extremos del mismo organismo enfermo. A pesar de todo creo que actualmente cierta felicidad es posible pero la tenemos que auto generar. Buda solía decir “Nada sobrevive sin alimento”».

– ¿Qué opinión le merecen las políticas culturales en Canarias?

«No las conozco mínimamente como para poder opinar con base. Lo que sí admiro es la gran oferta de grupos, actuaciones y locales. No podemos esperar nada, hay que hacer».

– Si le prestaran el poder… ¿Qué haría?

«Una oferta tentadora pero lo regalaría porque en política sólo hay dos opciones: “estás con nosotros o contra nosotros” antes o después corrompe o daña. En mi opinión solucionar “esto que hemos creado” es difícil, sólo queda intentar transformarse un@ mism@».

–¿Cuáles son los principales cambios actuales en su sector? ¿Cómo cree que se va a desarrollarse en los próximos años?

«En ambos los cambios vienen por la piratería, sobre todo para creadores aficionados que tendremos difícil vivir de esto, en cuanto a la meditación y relajación creo que el problema son el intrusismo y curander@s. Entiendo que la gente prefiera una pócima “mágica” al duro trabajo personal. El zen es duro pero sus beneficios son más duraderos y sólidos con apoyo de terapias alternativas y medicación si fuera necesario. Creo que si queremos “otro mundo” tendremos que tomar las riendas de nuestras vidas y empezar a practicar meditación y relajación. Porque si seguimos corriendo…»

–¿Cómo utilizan sus seguidores Internet? ¿Cuál es su trayectoria en relación a Internet?

«Lo que haya podido conseguir ha sido gracias a la red, la gente que me conoce utiliza principalmente las redes sociales. Lo positivo es que en cualquier momento puedes responder a propuestas o enviar material. En cuanto a relajación y meditación, cualquiera puede consultarme por email».

– Debilidades y fortalezas del sector cultural en Canarias.

«Debilidades: el papanatismo inconsciente propio de los lugares turísticos, con este libro he “sufrido” el ninguneo del distribuidor en Canarias y he tenido que ofrecerlo puerta a puerta. Otra es el efecto “volador” que es el entusiasmo inicial y posterior desidia que lleva a la desaparición y olvido de proyectos.

Fortalezas: Gratamente sorprendido por la buena disposición de los comercios para vender el libro, la labor de personas como Vicente Martín Abreu y la calidad de las obras».

– ¿Qué anécdota destacaría de su carrera hasta hoy?

«El único email en que olvidé adjuntar el fichero con el extracto del libro fue el de la editorial Alhulia. Y cuando llamaron para decirme que Redkan había sido nº1 en Australia con Year 2000».

– ¿Qué consejos le daría a una persona que se inicia en su especialidad hoy?

«Que trabaje sin demasiadas expectativas para evitar la frustración, que no se dedique sólo a la creación y que estudie algo que le facilite una vida digna. Si la flauta tiene que sonar, sonará, pero para ello hay que estar ahí. Por suerte hoy en día nos podemos dar a conocer sin salir fuera».

– En la actualidad se está debatiendo la cuestión de que en la mayoría de los casos los músicos no trabajan legalmente porque ni se pueden permitir ser autónomos con cuotas tan altas ni los empresarios los contratan legalmente… ¿Cuál es su opinión al respecto?

«Suena al terrateniente que se fija en la gota que cae en vez de en su mala gestión de los estanques. El mundo de la música es fluctuante y no asegura el sustento diario. No entiendo tanta presión ni las cuotas altas, quizás lo razonable sería un porcentaje sobre los ingresos una vez sobrepasada una cantidad».