CANARIAS AHORA.- Algunos de sus más allegados resaltaban de Roberto Gutiérrez en el día de su muerte la pasión que ponía a cualquier proyecto que emprendiera. A eso podría atribuírsele que, de repente, este domingo un infarto acabara con su vida, porque casi se dedicaba en exclusiva a su trabajo como director y propietario de  la agencia de publicidad Maldito Rodríguez. A eso y a cuidar a su madre, a sus hermanos y a su legión de amigos, que están desolados.

Roberto GutiérrezSu implicación en el trabajo le ha granjeado muchos éxitos, como el reciente concierto de Sting en Gran Canaria, y algunos encontronazos, como el que tuvo que vivir con un agente del orden excedido en todo cuando se ocupaba del marketing y las relaciones externas del club de fútbol Vecindario. En ese municipio, el de Santa Lucía, le profesan un gran respeto profesional desde que empezó a realizar proyectos para su Ayuntamiento y a programar actividades culturales en el teatro Víctor Jara. El mismo respeto y aplauso que cosechó en otros municipios donde pudo entrar a colaborar.

Un revés empresarial por diversos desencuentros con antiguos socios dio lugar al nombre de Maldito Rodríguez (apellido de una de las personas que frustró aquella iniciativa) y al nacimiento de una agencia de publicidad que pronto se convirtió en puntera, quizá la más vanguardista de cuantas operan en las islas, con creativos en la calle de los Reyes Católicos y en la ciudad de Montevideo.

Ahora mismo estaba enfrascado en el diseño y lanzamiento de un nuevo periódico digital en Canarias, el que tiene previsto presentar la periodista Teresa Cárdenes. «Era el que más creía en el proyecto», cuenta de Roberto Gutiérrez la ex directora de La Provincia para cuantificar la entrega que el dueño de Maldito Rodríguez había puesto en la causa.

Roberto Gutiérrez deja desconsolados a sus hermanos y a su madre, a la que también se trajo a Canarias a vivir lo que se suponía eran los últimos años su vida. Desgraciadamente, él se ha ido antes, con tan solo 48 años.

Los restos mortales de Roberto Gutiérrez serán incinerados a las 20.30 de este lunes en el Tanatorio de San Miguel, en Las Palmas de Gran Canaria, donde sus familiares y amigos lo velan desde este domingo.